Redacción Marta Garay
Para Julie Grand será imborrable el 23 de Marzo de 2018. Ese día Radduane Lakdin, un Marroqui-Frances del estado Islámico, irrumpe en el supermercado donde ella se desempeñaba como cajera, tomándola como rehén y del que pronto saldría por la intervención de Arnaud Beltrame, un gendarme de 44 años, que se ofreció para ocupar su lugar.
Después de 5 años del hecho Beltrame es recordado por Julie, como un hombre excepcional de fe, convirtiéndose al catolicismo a edad madura después de sus pasos por la Logia Francesa.
Paradójicamente Julie Grand se describe a sí misma, como “atea incondicional” y reconoce que sentía “cierto desprecio cortés para las personas de fe”.
A partir de recibir una Medalla Milagrosa como regalo y sumida en una profunda crisis existencial y emocional, se vuelca a la fe católica. Comienza así a recorrer el mismo camino de quien le salvara la vida. El camino de la conversión.
El atentado de Trèves Francia, es un hecho real y trágico que desencadena otras circunstancias más allá del propio suceso.
Donde Beltrame fallece sin querer morir y Julie vive sin encontrar motivos para vivir.
Donde una vez más queda claro la importancia de la espiritualidad en nuestras vidas y lo efímero que ésta puede ser.
Una historia enriquecida con varias aristas, ellos como protagonistas y la Abadía de Sainte foy de Coques como destino en común. Conócela en profundidad en los siguientes links.
La mujer que salvó el policía Beltrame en 2018 era atea: hoy cree por la Milagrosa y la fe de él