Redacción Marta Garay Una localidad de Minas Gerais llamada Monte Sião en Brasil y con apenas 105 habitantes, seria escenario de la primera Iglesia y devoción a la medalla milagrosa en América del Sur.
La construcción de su primera Iglesia se habría realizado en 1849, un 29 de Marzo. Y con la llegada de la Imagen a dicha Iglesia, desde Portugal en 1860, inicia una serie de eventos. La imagen es retirada por cuestiones en su apariencia y años después restituida nuevamente, dando inicio al segundo milagro, conocido como el Milagro de la lluvia.
Dicha devoción a la Medalla Milagrosa en esa localidad es atribuida a la labor misionera, desempeñada por sacerdotes y religiosas que cultivaron la fe en María y en la Medalla Milagrosa.
Una historia poco conocida y relevante debido a la proximidad en el tiempo con las apariciones en Francia a Catalina Labouré.
Que nos relata una vez más las imposiciones de María a las que nos tiene acostumbrados sobre su sentido de pertenencia.
Monte Sião, actualmente conocida como la Capital Nacional del Tejido, por las propiedades medicinales de sus aguas y también por ser un lugar de devoción a la Medalla.
Conoce en profundidad esta historia y recuerda las palabras que Virgen de la Medalla Milagrosa le dijo a Catalina Labouré:
“Haz acuñar una medalla según este modelo.
Quienes la lleven puesta recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello”.
La primera iglesia dedicada a la Medalla Milagrosa está en Sudamérica
La primera Iglesia que fue dedicada a la Medalla Milagrosa está en Brasil
La primera iglesia dedicada a la Medalla Milagrosa está en América del Sur
La Medalla Milagrosa: una lección inesperada