Por: Rafaela Randello
¿Y si una simple medalla pudiera cambiarte por dentro?

No tienes que creer en milagros para sentir que algo te falta. Tampoco hace falta tener fe para estar abierto a esta experiencia.
La Medalla Milagrosa no es un amuleto de suerte, sino que es un pequeño objeto que millones de personas en el mundo han llevado durante casi 200 años. ¿Por qué? Porque han sentido paz, consuelo, y ha generado milagros increibles…
¿Y si solo por curiosidad la llevaras por una semana?
¿Y si lo que no crees pudiera empezar a hacerte preguntas en lugar de darte respuestas?
¿Y si no se tratara de religión, sino de una conexión?
Un joven llamado Claude Newman estaba en el corredor de la muerte cuando se la pusieron. No sabía nada de fe y sin embargo, lo cambió por dentro.
En verdad, no necesitas estar en una crisis para probar algo que ha transformado vidas. Solo necesitas estar dispuesto a sentir el gran poder de la Medalla Milagrosa.