La Primera Aparición de la Señora de Todos los Pueblos
Por: Elidé Marisel Rojas
La primera aparición de la Virgen María como la “Señora de Todos los Pueblos” tuvo lugar el 25 de marzo de 1945, en Amsterdam, durante la fiesta de la Anunciación y el Domingo de Ramos. Ida Peerdeman, la vidente, vivió una experiencia mística al ver una luz deslumbrante de la cual emergió una figura femenina, a quien reconoció inmediatamente como la Virgen María. Ella se presentó diciendo: “Me llamarán ‘la Señora’, ‘Madre’”.
En ese momento, la Virgen le mostró una cruz, pidiéndole que la levantara, un acto que simbolizaba el llamado al sacrificio y la salvación a través de Cristo. Su mensaje fue claro:
“Yo los ayudaré y los conduciré hasta la meta, pero tienen que escuchar”.
Este primer encuentro marcó el inicio de un mensaje de paz y unidad, subrayando que “la paz no vendrá hasta que la Cruz no sea verdaderamente plantada en medio del mundo”. La Señora de Todos los Pueblos se presentó como mediadora y madre de toda la humanidad, invitando a todos a seguir el camino de la redención.
Además de la invitación a seguir el camino de Cristo, la Virgen destacó la importancia de la oración como medio para obtener la ayuda divina. A través de su imagen y la oración que dictó, buscaba que el mundo tomara conciencia de la necesidad urgente de cambiar el rumbo hacia un futuro de paz. La Virgen prometió que, si el mundo aceptaba su mensaje, el Espíritu Santo vendría para sanar las heridas de la humanidad.
FUENTE:
- Libro publicado por la Fundación Señora de Todos los Pueblos “Los mensajes de la Señora de Todos los Pueblos“ (Edición revisada, 2006).
Sitio Web: https://www.devrouwevanallevolkeren.nl/