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La venerada imagen imprimida de la Virgen de Guadalupe vista a detalle

La imagen de la Virgen de Guadalupe muestra a una figura femenina joven, casi adolescente, representada de pie con las manos unidas en actitud de oración y los codos dirigidos hacia la cintura. El rostro es ovalado, de expresión serena, con rasgos delicados que transmiten ternura, bondad y compasión. La tez es morena clara y el cabello, negro y liso, se encuentra partido al medio, descendiendo parcialmente bajo el manto.

El manto es de color verde azulado, ribeteado en dorado y cubierto con cuarenta y seis estrellas doradas distribuidas de manera equilibrada (veintidós en el lado derecho y veinticuatro en el izquierdo). En su parte interior el tono se aclara, y visualmente se percibe un ligero ensanchamiento al centro, como si presentara movimiento provocado por un viento suave.

La túnica es de color rosa y está ornamentada con motivos arabescos que sugieren flores en botón, delineadas en hilo dorado. Bajo ella se distingue un vestido blanco, vaporoso en los puños, donde se aprecia un delicado trabajo de deshilado. En el cuello porta un broche circular dorado con líneas negras y una cruz en el centro. Alrededor de la cintura, sobre la túnica, lleva un cíngulo morado cuyos extremos sobresalen al frente, elemento que indica estado de gravidez según la costumbre indígena.

La silueta completa se encuentra enmarcada por un resplandor de ciento veintinueve rayos dorados, distribuidos en sesenta y dos hacia el lado derecho y sesenta y siete hacia el izquierdo. Estos rayos son más intensos en la región del vientre y se difuminan gradualmente hacia abajo, donde se mezclan con nubes blancas. Bajo los pies, la Virgen está posada sobre una media luna oscura, orientada con las puntas hacia arriba. La luna es sostenida por un ángel de rasgos indígenas, cabello negro y alas en tonos verdes y blancos. El ángel viste una túnica roja y se representa con el torso visible, mientras el resto del cuerpo se funde entre las nubes, manteniendo en alto tanto el manto como la túnica de la Virgen.

Los detalles dorados de la imagen (bordados, estrellas, rayos y orla) dan la apariencia de haber sido aplicados con polvo de oro, aunque se encuentran integrados en la fibra del ayate. El comportamiento cromático presenta un fenómeno particular: a distancia de varios metros, los colores y figuras se aprecian sólidos y nítidos, pero al observarse de cerca o mediante aumento, las formas tienden a desdibujarse y los tonos a diluirse, hasta casi desaparecer.

En su conjunto, la representación muestra a la Virgen rodeada de símbolos luminosos y naturales, en actitud de oración y en estado de gravidez, lo que refuerza su carácter singular y el enigma técnico y artístico de la imagen plasmada en la tela.

El detalle de esta descripción toma como punto de partida el libro La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI (Pedroza Meléndez y Salinas Saucedo, 2015), donde se muestran aspectos sorprendentes de la imagen que combinan arte, fe y misterio.

Si te interesa descubrir lo que transmite cada detalle de esta imagen, te invito a leer los artículos siguientes:

FUENTE


  • Libro “La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI” escrito por Alejandro Pedroza Meléndez y Carlos Salinas Saucedo (may. 2015), Pag. 32 – 36.
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