El enigma del “hombre barbado” en los ojos de la Virgen
Autor: Arias Daiana
Juan José Benítez es un periodista, escritor e investigador español especializado en el estudio de temas misteriosos y fenómenos poco explicados, como los ovnis y hechos sorprendentes vinculados con la historia y la religión.
En su libro El misterio de Guadalupe. Sensacionales descubrimientos en los ojos de la Virgen mexicana, Benítez aborda el enigmático caso del llamado “hombre barbado”, una figura humana diminuta que, según diversas investigaciones, aparece reflejada en los ojos de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
El autor aclara que no fue el primero en observar este detalle. Su interés surgió tras leer un artículo publicado en 1981, en el que Aste Tonsmann mencionaba el hallazgo de un hombre con barba reflejado en los ojos de la Virgen. A partir de allí, decidió iniciar una investigación más profunda y sistemática sobre el tema.
Según explica Benítez, el descubrimiento original se remonta a 1929, cuando Alfonso Marcué, fotógrafo oficial de la Basílica de Guadalupe, observó por primera vez una figura humana en los ojos de la imagen. Sin embargo, Marcué habría sido obligado a guardar silencio sobre lo que había visto por autoridades eclesiásticas de la Basílica.
Años más tarde, en 1951, el dibujante José Carlos Salinas Chávez 1volvió a detectar el fenómeno. Fue él quien redescubrió la imagen y la dio a conocer públicamente, permitiendo que otros investigadores, médicos y especialistas se interesaran en el caso.
¿En qué consistió el estudio del “hombre barbado”?
El estudio científico del llamado “hombre barbado” se basó principalmente en el análisis detallado de los ojos de la imagen de la Virgen de Guadalupe. El ojo humano, como se sabe, funciona como un pequeño espejo, reflejando aquello que se encuentra frente a él. Este fenómeno es conocido como el reflejo corneal, que ocurre porque la córnea del ojo refleja lo que está frente a ella, de manera similar a cómo un espejo refleja una imagen.
A raíz de esto, los investigadores partieron de una pregunta sencilla: si la imagen de la Virgen muestra reflejos en sus ojos, ¿qué estaba “mirando” en el momento en que se formó la imagen?
Para responder a esta pregunta, se utilizaron:
- Fotografías de alta resolución para capturar detalles que no se pueden ver a simple vista por el ojo humano.
- Lupas y microscopios especiales, utilizados por oftalmólogos, para analizar la profundidad y curvatura de las pupilas en la tela.
- Técnicas de ampliación y digitalización: Con computadoras avanzadas (similares a las de la NASA), se amplían las imágenes miles de veces, revelando detalles tan pequeños que el ojo humano no puede detectar.
Al ampliar la zona de la pupila, los especialistas afirmaron observar formas humanas muy pequeñas, con proporciones coherentes. Entre ellas se distinguía con mayor claridad la figura de un hombre con barba, ubicado muy cerca del centro del reflejo.
¿Por qué se descarta que sea una simple mancha?
Según los estudios mencionados por Benítez en su libro, se sabe que no se trata de una mancha por las siguientes razones:
La tela es muy difícil: La imagen está en una tilma, una tela rudimentaria y áspera, llena de hilos gruesos. Sería imposible para un artista pintar un detalle tan pequeño y perfecto en un material tan toso sin que la pintura se corriera.
Aparece en los dos ojos: La figura no está en un solo lugar por error, sino que se refleja en ambos ojos, tal como sucedería si alguien te estuviera mirando de frente.
Tiene forma de persona: No es un manchón sin sentido. Al utilizar tecnología avanzada, se observa claramente que tiene la forma de un ser humano, con cabeza, tronco y una postura natural.
Sigue las reglas de la ciencia: La figura no es plana; se curva y se mueve exactamente como lo haría un reflejo real, respetando las leyes de la óptica que la ciencia ha descubierto.
No hay rastro de pinceles: Los microscopios mostraron que no hay trazos de pintura ni señales de retoques, lo que confirma que no fue pintado ni modificado por un artista.
En resumen, se descarta que sea una mancha porque la figura se comporta como un reflejo vivo y no como algo pintado o puesto por accidente.
¿A quién representaría el “hombre barbado”?
La hipótesis más difundida sostiene que el hombre barbado podría representar a fray Juan de Zumárraga, el primer obispo de México. Según esta interpretación, el reflejo mostraría la escena en la que Juan Diego despliega su tilma ante el obispo, momento clave del relato guadalupano.
Junto al hombre barbado, otros estudios mencionan la posible presencia de:
- Un indígena (Juan Diego).
- Otras personas observando la escena.
- Una mujer, posiblemente vinculada al entorno del obispo.
FUENTE
- Benítez, J. J. (1982). El misterio de Guadalupe: Sensacionales descubrimientos en los ojos de la Virgen mexicana (pp. 129–135). Editorial Planeta.
- “Fenómeno óptico Purkinje‑Samson y otros misterios en los ojos de la Virgen de Guadalupe” información publicada en Infobae. Sitio web: https://www.infobae.com/mexico/2025/12/12/fenomeno-optico-purkinje-samson-y-otros-misterios-sobre-las-imagenes-en-los-ojos-de-la-virgen-de-guadalupe/ ↩︎
