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Primer Mensaje de la Virgen de Lourdes: La Pobreza

El mensaje de la Virgen de Lourdes puede resumirse en cuatro puntos esenciales, expresados en cuatro palabras sencillas que orientan el camino del peregrino. En este artículo hablaremos del primero: la pobreza.

Este punto se manifiesta principalmente en la elección de la mensajera, Bernadette Soubirous, una elección que sorprendió y desconcertó a la opinión general, incluso a la misma niña vidente.

Bernadette era pobre en todo: en dinero, salud e instrucción. A sus 14 años todavía ignoraba el misterio de la Trinidad y no había recibido su primera comunión. La miseria en la que vivía la había apartado del catecismo y sumergido en una ignorancia que la hacía parecer ingenua. Además, la pobreza de su familia había suscitado el desprecio general hacia ellos, al punto de que la policía los consideraba sospechosos de diversas situaciones.

Uno de los ejes principales del fenómeno de Lourdes se apoya en una frase clave del Evangelio:

“Bienaventurados los pobres” (Mt 5,3).

La Virgen reveló la bienaventuranza de los pobres ante los ojos de los detractores de los Soubirous y de todos aquellos que, con más radicalismo, despreciaban a “esa gente sin interés”.

Quienes volvían a sus hogares con el dinero que Bernadette había rechazado, devuelto o tirado, experimentaban el impacto del mensaje evangélico sobre la riqueza y la pobreza: un llamado personal a cada alma, según su condición, a vivir desprendida y libre en medio del mundo.

Antoinette Tardhivail escribió el 29 de marzo de 1858:

“Sus padres son muy pobres y, sin embargo, no aceptan nada… Son pobres, tan pobres como lo era Nuestro Señor en la tierra, y es en esta criatura en quien María ha puesto los ojos con preferencia sobre tantas jóvenes ricas que, en este momento, envidian la suerte de ésa a la que habrían mirado con desprecio, y ahora se consideran afortunadas por poder abrazarla o tocarle la mano.”

La Virgen vio lo que podía transmitirse a través de ella: pobreza, debilidad y humildad, rasgos que evocan la noción bíblica de pobreza. Esta pobreza espiritual, hambre y sed de Dios, tiene también raíces en la indigencia material.

El mensaje no se manifestó solo en Bernadette, sino también en quienes comenzaron a prestar atención a lo que ocurría. En la vida local de Lourdes, los pobres fueron los primeros en mostrar interés por el acontecimiento. Solo las niñas de la “clase indigente” participaron en las primeras apariciones.

Podría decirse, entonces, que se trata de un mensaje en varios actos, desde la elección de la vidente hasta las reacciones de quienes la rodearon. La Virgen, a través de Lourdes, nos recuerda amar a los pobres y a la pobreza, porque en ellos se descubre un amor y una libertad que el mundo no da.

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