Redacción: Marta Susana Garay
Testimonio personal de cuando mi hija fue alcanzada por la gracia de Nuestra Señora de Itatí
Un dato revelador me llevó a escribir este testimonio, en circunstancias de la última publicación acerca de la Virgen de Itatí, descubrí que su día patronal es el 8 de Diciembre; coincidiendo con el nacimiento de mi hija Agustina.
Ese día y después de un embarazo normal y feliz, empiezo con contracciones. La dulce espera llegaba a su fin…
Pero pronto acontecería un contratiempo indeseado que me sumergiría en una total agonía…la beba con sólo un día de vida debió ser internada y con todo el hermetismo al que los médicos nos tienen acostumbrados pasaron mis días.
Recuerdo turnarnos día y noche con ella en el hospital
Los días se hicieron extensos y agónicos
Transcurría el noveno día cuando regreso a casa a descansar exhausta y sin consuelo. Mi padre que era oriundo de Corrientes y devoto de la Virgen Itatí me alienta a rezar y cuenta que encomendó a la Virgen la bebé para sanarla y que prometió que yo viajaría a la Basílica luego de que Agustina fuera sanada.
Al día siguiente regreso al hospital y me encuentro con la tan esperada noticia de que mi hija estaba respondiendo bien al tratamiento y que en horas le darían el alta .
Itatí cumplió y en su inmenso amor de madre me regaló los mejores años de mi vida junto a mi hija, solo restaba visitarla en su Basílica tal cual la promesa de mi padre, cosa que hicimos al año siguiente.
Mi eterno agradecimiento y pequeño tributo a la Virgen de Itatí y mi padre.