El interrogatorio de Santander: cuando quisieron silenciar a Conchita
El 27 de julio, ante la creciente expectación y la multiplicación de los sucesos en Garabandal, la Comisión Episcopal decidió llamar a las niñas videntes a Santander. Sin embargo, solo una aceptó ir: Conchita González. La razón era simple: su madre, Aniceta, contaba con contactos de confianza en la ciudad. El resto de los padres se negó rotundamente a dejar que sus hijas fueran.
Esto, de todas formas, parecía no importar demasiado a los miembros de la Comisión, ya que, como señalaría después el testigo Ochayta, “se la consideraba como la inductora de las apariciones”. La idea era clara: si lograban apartar a Conchita, todo acabaría.
En Santander, Conchita fue interrogada por don Francisco Odriozola y los doctores Piñal y Morales. Al final, concluyeron que no existía fundamento para sostener la realidad de las apariciones y le hicieron firmar un documento en el que ella misma reconocía tener dudas.
En su diario, Conchita dejó constancia de aquel episodio:
“Decían que yo era la que obsesionaba a las otras y entonces me llevaron para hacer pruebas y el primer día tuve aparición junto a una Iglesia, la de Consolación”.
Al enterarse de lo que estaba ocurriendo, Aniceta se presentó en Santander indignada para llevarse a su hija. Ese mismo día, antes de regresar, Conchita ya había negado las apariciones… al menos de palabra.
Su tía Maximina González, que acompañó a Aniceta en ese viaje, recordaría años después:
“Odriozola decía «Bueno, Conchita, pues si tú no desistes de esto, a ti te llevaremos a un manicomio y a tu familia a la cárcel» … Y ya entonces dijo ella: «¿Pues saben lo que les digo? que lo mío al mejor no era verdad, pero lo de las otras al mejor sí» … «Muy bien, muy bien, Conchita (…) ¿Lo quieres firmar, Conchita?». «Bueno». Y entonces le dieron a Conchita un papel. El papel estaba blanco, un papel blanco.”
El Dr. Celestino Ortiz, en una entrevista publicada en 1967, confirmó la presión que sufrió la niña:
“Cuando Conchita firmó las declaraciones al señor Obispo don Doroteo Fernández que ustedes dicen que fue de una manera espontánea… la pequeña fue amenazada por un miembro de la Comisión con meterla en un manicomio y a su familia en la cárcel. Firmó bajo esa presión”
La estrategia de la Comisión era evidente: si apartaban a quien consideraban la cabecilla, las apariciones se extinguirían. Pero la realidad fue otra. Durante el tiempo que Conchita estuvo ausente, las demás niñas siguieron viendo a la Virgen como si nada hubiera pasado.
FUENTES
- Libro “Garabandal: a la luz de la historia” Edición Spanish, escrito por José Luis Saavedra para su Primera Tesis Doctoral de Teología Histórica a la luz del proceso de las apariciones. Obtenido del sitio web PDFCOFFEE: https://pdfcoffee.com/
- Video publicado con el nombre “Garabandal, SOLO DIOS LO SABE, charla del P. José Luis Saavedra, S.H.M.” (3 feb. 218), en el canal de YouTube María de Nazaret: https://www.youtube.com/@nazaretTelevision Sitio Web:
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