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David Toribio, testigo directo de Garabandal

Por: Arias Daiana y Zuchelli M. Emilia

“La Virgen veía lo que sucede ahora, lo estaba viendo en ese entonces y nos quería prevenir” (David Toribio, 2014)

David Toribio (1935 – 2020), nativo y residente de San Sebastián de Garabandal, fue uno de los testigos más cercanos y constantes de las apariciones de la Virgen María en este pequeño pueblo, ocurridas entre 1961 y 1965. Tenía 26 años cuando comenzaron los hechos sobrenaturales: primero, la presencia del Arcángel San Miguel preparando a las cuatro niñas videntes, y luego, las manifestaciones de la Virgen María con mensajes, signos y fenómenos extraordinarios.

Toribio vivió de primera mano la llegada de multitudes que acudían buscando un milagro, una señal o una palabra que solo parecía encontrarse allí. En entrevistas concedidas en 2014 y 2020 a los canales Siervos HM Films y Virgen de Garabandal, relató con sinceridad y detalle lo que vio y escuchó, en un testimonio que combina memoria histórica, experiencia personal y profunda fe.

Entre los recuerdos que comparte, destaca el episodio en que Conchita, siguiendo una indicación de la Virgen, pidió a cada persona una piedra para besar y, de forma inexplicable, devolvió cada una a su dueño sin equivocarse. Este fue solo uno de los muchos signos que marcaron aquellos días: cadenas y objetos religiosos besados por la Virgen y devueltos milagrosamente, niñas que encontraban a personas escondidas sin apartar la mirada del cielo, episodios de levitación, y la imposibilidad física de mover a una vidente durante un éxtasis, algo que incluso los miembros escépticos de la “Comisión” investigadora presenciaron sin poder explicarlo.

Su testimonio no es solo un relato de hechos asombrosos, sino también una reflexión sobre el sentido profundo de Garabandal. Toribio afirmaba con convicción que la Virgen vino para algo concreto y que aún queda por cumplirse lo que anunció:

“La Virgen vino para algo, y un día vendrá el milagro. Yo creo en todo lo que dijo Conchita del milagro: que será en los pinos, que quedará una señal permanente que no se podrá tocar… Yo creo en todo eso porque la Virgen lo mandó así”.

Sus palabras, cargadas de belleza y profundidad, tocan el alma y nos invitan a escuchar con atención. Él comparte el impacto personal y espiritual que estos hechos causaron en su vida y en la comunidad.

Lamentablemente, David Toribio falleció el 15 de abril de 2020. Su último testimonio, recogido en video, no solo es un documento valioso para la historia de Garabandal, sino una invitación a mirar con fe y atención un mensaje que, para él, sigue abierto y esperando su cumplimiento. Hasta el final de su vida mantuvo viva la esperanza y la certeza de que el mensaje de Garabandal sigue vigente:

“Garabandal no ha acabado. Aún espero que el mundo se salve”.

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