El Regreso del Icono de Kazán: El Rostro Oculto de la Historia
Hoy somos testigos de un acontecimiento que trasciende lo ordinario y se inscribe en las páginas de la historia espiritual de Rusia: la revelación del icono milagroso de la Madre de Dios de Kazán, en Moscú. Aunque esta sagrada imagen había sido hallada tiempo atrás, nunca había sido mostrada públicamente. Custodiada en la celda del Patriarca, su presencia permanecía velada, pues era necesario discernir si se trataba del mismo icono ante el cual, en el siglo XVII, rezó el príncipe Dmitri Pozharsky, en los días más oscuros y decisivos de la nación.

Corría el año 1580, fecha en que se remonta el origen del icono. Rusia se debatía entonces entre la libertad o la sumisión eterna al extranjero. Las tropas polacas ocupaban Moscú, y el destino del país pendía de un hilo. El príncipe Pozharsky, acompañado por las oraciones de su pueblo, se postró ante aquella imagen antes de lanzar el ataque al Kremlin, y también cuando se preparaba para arremeter contra el Convento de Novodévichi, convertido en bastión enemigo. En cada batalla crucial contra los invasores polacos, sus súplicas fueron escuchadas: la Reina del Cielo cubrió con su Velo la tierra rusa, y la victoria llegó.
En memoria de aquella liberación, Pozharsky edificó con sus propios recursos un templo en la Plaza Roja, dedicado al Icono de Kazán, para colocar allí el mismo icono ante el cual rezó… Ese templo existe aún hoy, reconstruido en el mismo lugar, guardando en su interior la memoria de un pueblo que sobrevivió gracias a la fe.
Pero la historia de la imagen no fue lineal. Misteriosamente desapareció del templo: algunos afirmaban que había sido robada y llevada al extranjero, otros que había caído en manos de coleccionistas privados o incluso que se había perdido para siempre. Durante siglos, la incertidumbre alimentó la intriga: ¿había desaparecido el rostro sagrado que acompañó las victorias de la nación?
La verdad, sin embargo, resultó ser distinta y más luminosa. El icono jamás abandonó Rusia. Fue resguardado con celo por manos piadosas y, gracias a este esfuerzo, pudo finalmente regresar al templo. Tras exhaustivos estudios, se confirmó lo impensable: este es el mismo icono ante el cual Pozharsky y Minin, unidos al pueblo, liberaron Kitai-gorod, el Kremlin, y expulsaron a los polacos.
Hoy, ante nuestros ojos, se revela no solo una obra de arte sagrada, sino un verdadero testigo de la historia. Un santuario vivo que enlaza la memoria de un pueblo con su fe más profunda, y que retorna para recordar que la fuerza de Rusia siempre se sostuvo en la oración y en la esperanza.
Aunque este redescubrimiento tuvo lugar en noviembre de 2023, lo expresamos en presente porque, desde entonces, Rusia abre una nueva página de su historia y, atravesando los siglos venideros, se extiende a la eternidad…
FUENTES
- Александр Удачин. Явленный образ найден https://www.facets.ru/index.htm?issue=96&article=9615