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Por qué la Iglesia aún no aprueba el dogma de María Corredentora, según el Padre Justo Lofeudo

Por: Elidé Marisel Rojas

El dogma de María Corredentora ha sido un tema controversial dentro de la Iglesia Católica. A pesar del apoyo popular y de diversas manifestaciones marianas, como las de Tui (1929) y Akita (1973), la Iglesia no ha aprobado oficialmente este dogma debido a razones teológicas y doctrinales.

El Padre Justo Lofeudo (2025) explica que, la principal preocupación de la Iglesia sobre la proclamación de María como Corredentora es evitar malentendidos sobre el rol de Cristo como Mediador entre Dios y los hombres. La Iglesia teme que esta declaración pueda llevar a la confusión entre los fieles y dar la impresión de que María comparte con Cristo la obra redentora, lo cual es incompatible con la enseñanza central del cristianismo. Según Lofeudo (2025), esta cautela se debe a que la Iglesia subraya la unicidad de Cristo como Redentor, y proclamar a “María como corredentora” podría interpretarse como un intento de igualarla con Él. Como afirma Justo Lofeudo (2025), “la Iglesia busca evitar malentendidos sobre el rol único de Cristo como Mediador entre Dios y los hombres”, siendo esta preocupación una de las principales barreras para la aprobación del dogma.

A pesar de esto, diversas apariciones marianas, como las de Ámsterdam y Akita, han llamado a declarar oficialmente el dogma de María Corredentora. En estas manifestaciones, la Virgen María subraya su colaboración activa en la obra salvadora de Cristo, pero no como una igual en poder, sino como una madre que sufrió junto a su Hijo para la salvación de la humanidad.

Lofeudo también señala que las revelaciones privadas, como las de Ámsterdam, son valiosas para la devoción, pero deben ser subordinadas a la revelación pública contenida en las Escrituras. Aunque la Virgen ha pedido que se proclame este dogma, las revelaciones no tienen el mismo peso que la enseñanza doctrinal oficial.

Además, la política eclesiástica juega un papel importante en la postura oficial, como se observó con las apariciones de Ámsterdam, que fueron evaluadas de forma contradictoria. El Vaticano centralizó la evaluación de fenómenos sobrenaturales, lo que genera incertidumbre sobre la posibilidad de aprobar el dogma. Estas presiones internas complican la decisión final sobre el dogma de María Corredentora.

Para finalizar, Lofeudo destaca que, la proclamación de María como corredentora es necesaria desde una perspectiva teológica. Sin embargo, esta proclamación debe ser cuidadosamente abordada para no generar confusión en relación con el papel único de Cristo como el Mediador.


FUENTE:

Lofeudo, J. A. [P. Justo Lofeudo]. (2024, 25 de marzo). Comentario al mensaje del 25 de marzo de 2024 [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=aC6DEW4pw2w

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