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La Tercera Aparición de Fátima: el día en que los pastorcitos vieron el infierno

Por: Rafaela Randello

Cova da Iría, Portugal, 13 de julio de 1917.
El ambiente en la pequeña aldea de Aljustrel estaba cargado de expectativa. Era el día señalado para la tercera aparición de la misteriosa Señora que desde mayo se mostraba a tres niños pastores: Lucía dos Santos y sus primos, Francisco y Jacinta Marto. Sin embargo, a diferencia de otras veces, Lucía no sentía alegría, sino temor. Las palabras del párroco local, que aseguraba que todo aquello podía ser obra del demonio, la habían llenado de dudas.

“Yo no voy”, le dijo a sus primos la víspera. “Si la Señora pregunta por mí, dile que tengo miedo que sea el demonio”. Pero una fuerza interior inexplicable la impulsó, esa misma mañana, a ponerse en camino hacia Cova da Iría. Sus temores se disiparon y fue al encuentro de Francisco y Jacinta, que la esperaban llorando. “Vámonos”, dijo Lucía. Y los tres partieron entre una multitud que llenaba los caminos, rogando a los niños que pidieran protección a la Virgen.

Una multitud expectante y madres temerosas

Las madres de los pequeños, presas del miedo, también acudieron al lugar, ocultándose entre los matorrales con velas benditas, por si algo malo sucedía. El padre de Jacinta, en cambio, decidido a acompañar a sus hijos, logró acercarse hasta ellos gracias a la ayuda de algunos vecinos que despejaron un círculo entre la multitud.

Cuando Lucía levantó la vista al cielo y exclamó “¡Descúbranse, que ya viene Nuestra Señora!”, una ligera nube gris se posó sobre la encina, el sol se apagó y un aire fresco recorrió la llanura. “Fue un silencio que impresionaba”, recordaría más tarde el señor Marto. “Se oía un zumbido como de moscardón dentro de un cántaro, pero no palabras. Aquello fue para mí prueba del milagro”.

El mensaje y la visión del infierno

Según relató Lucía años más tarde, la Virgen los envolvió en su luz y los tres quedaron arrobados. La Señora habló con dulzura maternal: pidió que siguieran rezando el Rosario todos los días “para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra”. A petición de Lucía, prometió revelar su identidad y realizar un milagro en octubre “para que todos crean”.

La Virgen les pidió sacrificarse por los pecadores y enseñar a los demás a ofrecer sus sufrimientos diciendo:
“Oh Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.”

Entonces, los niños fueron testigos de una escena aterradora. “Vimos un mar de fuego”, escribió Lucía. “Sumergidos en él estaban los demonios y las almas, como brasas humanas que flotaban entre gritos de desesperación.”

La Virgen explicó:
“Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón.”

Luego anunció que la guerra pronto terminaría, pero advirtió una nueva, aún peor, si la humanidad no dejaba de ofender a Dios. Dijo que, para impedirlo, pediría más adelante la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Si atendieran mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”, afirmó.

El secreto y el desconcierto de la multitud

Al finalizar la aparición, un fuerte estruendo —como de trueno— sacudió el lugar. Lucía gritó: “¡Ya va! ¡Ya va!” mientras la pequeña nube sobre la encina se desvanecía. Cuando todo terminó, una muchedumbre curiosa se abalanzó sobre los niños. “¿Qué os dijo la Señora?”, insistían. Lucía respondió firmemente: “Es un secreto”.

Algunos quedaron intrigados, otros asustados. Las madres, que observaban desde lejos, sintieron que el corazón se les detenía. Creyeron por un momento que la multitud podría dañar a sus hijos. Pero pronto los vieron a salvo: Jacinta sobre los hombros de su padre, Francisco en brazos de un familiar y Lucía sostenida por un hombre alto y fuerte.

Aquel 13 de julio quedaría grabado como uno de los días más trascendentales en la historia de Fátima, el día en que tres niños afirmaron haber visto el infierno y escuchado de labios de la Virgen María la profecía que marcaría el siglo XX.

FUENTE


de Marchi, J. (2018, febrero). La verdadera historia de Fátima (versión en español) (pp. 28–31) [PDF]. Fatima.org. https://fatima.org/wp-content/uploads/2018/02/True-Story-of-Fatima-Span.pdf

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