Las técnicas pictóricas en la Imagen de Guadalupe: un estudio minucioso por Miguel Cabrera
Miguel Cabrera, pintor destacado de la Nueva España, realizó un estudio minucioso de la imagen de la Virgen de Guadalupe en su obra Maravilla Americana (1756). En el Párrafo V, Cabrera expone que la imagen de la Morenita parece estar hecha con una mezcla imposible de técnicas pictóricas. Según él, ni en su tiempo ni en la actualidad sería posible reproducirlas en una tela tan frágil.
Cabrera señala que la imagen está compuesta por óleos, temple, aguazo y temple al fresco. Estas técnicas, al aplicarse en una tela frágil como la tilma, desafían las reglas del arte tradicional de la época. El óleo, usado en el rostro y las manos de la Virgen, proporciona suavidad y profundidad, ideales para detalles minuciosos. Sin embargo, resalta que el lienzo de la tilma, hecho de fibras de maguey o palma, no tiene la consistencia necesaria para soportar el óleo de manera duradera.
También menciona el uso de temple en la túnica, las nubes y el querubín. Esta técnica, común en tablas de madera, no debería haber funcionado en la tela delicada de la imagen. Otro aspecto destacado es la presencia de aguazo, una especie de gouache o acuarela densa, aplicada en el manto de la Virgen. Esta técnica, que da un acabado opaco y vibrante, es difícil de ejecutar en una tela tan porosa. Menciona el uso de temple al fresco en los márgenes y el fondo, una técnica que se realiza sobre superficies húmedas, lo que parece aún más incongruente para el soporte utilizado en la imagen.

Además, nota que la imagen original de la Virgen de Guadalupe se transparenta por la parte posterior. Se proyecta igual que por delante. En su estudio cita: “Está ahora cubierto su respaldo con dos grandes láminas de fina plata, apartadas como dos o tres dedos; entre lámina y lámina hay una pequeña hendidura, por la cual, sin que estorbe el lienzo, se ve con claridad y distinción los objetos que están de la otra parte” (véase “Miguel Cabrera y la imagen de la Virgen de Guadalupe: un análisis de impresión óptica”).
En la parte de atrás se observa más claramente la unión de las dos partes del ayate. Esta unión, hecha con hilos, es más evidente que en el frente, donde se aprecia menos.
Lo más sorprendente para Cabrera es que la imagen ha permanecido intacta a lo largo del tiempo, sin deteriorarse. A pesar de la incompatibilidad de las técnicas con el soporte, Cabrera concluye que la obra no es de origen humano, sino un milagro divino. Según él, ni en su tiempo ni en la actualidad sería posible replicar tal obra bajo las mismas condiciones. La combinación de técnicas tan dispares en una tela tan frágil desafía toda lógica artística y material (Cabrera, 1756).
FUENTES
- Libro “Maravilla americana y conjunto de raras maravillas observadas con la dirección de las reglas del arte de la pintura en la prodigiosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe de México“, escrita por Miguel Cabrera (1756). Publicado en la página https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/maravilla-americana-y-conjunto-de-raras-maravillas-observadas-con-la-direccion-de-las-reglas-de-el-arte-de-la-pintura-en-la-prodigiosa-imagen-de-nuestra-sra-de-guadalupe-de-mexico–0/html/c694b941-9ed8-4dcd-a94f-cf1338cdfe69_22.html
- Libro “La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI” escrito por Alejandro Pedroza Meléndez y Carlos Salinas Saucedo (may. 2015).

