Lo conseguido hasta ahora: Ciencia y fe en los hallazgos del Dr. José Aste Tonsmann
Autor: Arias Daiana
Después del primer hallazgo en los ojos de la Virgen de Guadalupe, el profesor José Aste Tonsmann —ingeniero civil y doctor por la Universidad de Cornell— continuó sus investigaciones con nuevas herramientas digitales. Sus descubrimientos, obtenidos a lo largo de décadas, han abierto un campo de estudio único donde ciencia y fe se entrelazan.
Hallazgos en los ojos de la Virgen
A través de un proceso de digitalización e incremento de imágenes, Tonsmann logró “rescatar” figuras microscópicas de apenas micras de tamaño, presentes en las córneas de la imagen guadalupana. Su balance científico puede resumirse en varios puntos clave:
- El primer hallazgo (1979): la figura del «indio sentado» en el ojo izquierdo.
- El «hombre con barba»: segundo personaje identificado, esta vez en el ojo derecho.
- Fray Juan de Zumárraga y el «traductor»: dos nuevos rostros en el ojo izquierdo.
- La escena de Juan Diego: el indígena extiende la tilma, aunque los ordenadores no detectan ni flores ni la imagen en ese instante.
- La figura de la “negrita”: interpretada como una esclava al servicio del obispo Zumárraga, presente en el ojo izquierdo.
- Mapeo en espejo: las mismas figuras aparecen en ambos ojos, descartando la casualidad.
- Confirmación experimental: en una prueba con la fotografía de los ojos de una de sus hijas, Tonsmann detectó reflejos reales de las personas presentes, confirmando el fenómeno óptico descrito en oftalmología como triple imagen de Purkinje-Samson.
- Ojos pintados: al repetir el procedimiento con un cuadro, sólo aparecieron manchas, confirmando que el fenómeno se da en ojos vivos.
- El grupo familiar indígena: conjunto de figuras cuya presencia resulta enigmática y hasta hoy sin explicación.
- Visión estereoscópica: las diferencias de ángulos y volúmenes coinciden con la reflexión convexa propia de un ojo humano.
- Imposibilidad técnica: incluso hoy sería irrealizable pintar figuras tan precisas en una superficie burda como el ayate, en córneas de apenas 7–8 milímetros.
- Reconstrucción en 3D: en fases posteriores, Tonsmann avanzó hacia una recreación tridimensional de la escena.
La hipótesis de la “presencia invisible”
A la luz de estos hallazgos, el profesor propone una hipótesis de trabajo: la Virgen María habría estado realmente presente en el momento en que Juan Diego abrió su tilma frente al obispo Zumárraga, pero invisible a los ojos humanos.
En esa fracción de segundo —justo antes de que las rosas cayeran al suelo—, la imagen de la Señora se habría grabado misteriosamente en el ayate. Y, como ocurre en los ojos vivos, las figuras presentes en la sala habrían quedado reflejadas en sus córneas.
Para Tonsmann, esta explicación concilia lo observado digitalmente con lo narrado en el texto náhuatl Nican Mopohua, donde se afirma que la imagen de la Virgen apareció en el momento exacto en que las flores se extendieron ante Zumárraga.
Experimentos paralelos: la ciencia que confirma
Los descubrimientos de Tonsmann se apoyan en antecedentes y pruebas independientes:
- 1957-1958, México D.F.: el fotógrafo Jesús Ruiz Ribera realizó 20 experimentos logrando reflejar rostros en los ojos de una modelo con precisión semejante a lo visto en la tilma.
- 1962, Nueva York: el médico C.J. Wahlig y su familia comprobaron que las córneas funcionan como espejos convexos, captando hasta tres figuras reflejadas en un ojo vivo.
- Década de 1980: Tonsmann confirmó el fenómeno con los ojos de su propia hija, sometiendo las imágenes al mismo proceso digital aplicado a la Virgen.
Ciencia y misterio
A pesar de los años y los avances tecnológicos, la investigación sigue planteando interrogantes. Tonsmann ha dejado claro que sus explicaciones son hipótesis y no pruebas concluyentes. Sin embargo, sus descubrimientos aportan un terreno fértil para el diálogo entre fe y ciencia, mostrando que los ojos de la Virgen de Guadalupe encierran mucho más que pigmentos sobre un tejido: son un enigma óptico, histórico y espiritual que continúa fascinando a creyentes y estudiosos.
FUENTE
Benítez, J. J. (1982). El misterio de Guadalupe: Sensacionales descubrimientos en los ojos de la Virgen mexicana (pp. 185–189). Editorial Planeta.