27 de noviembre: la Fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa
Por: Rafaela Randello
Cada 27 de noviembre, millones de personas en el mundo celebran a la Virgen de la Medalla Milagrosa, una fecha que recuerda el día en que María se apareció a una joven novicia en París y dejó un mensaje que aún hoy sigue cambiando vidas.
En aquel entonces, el 27 de noviembre de 1830, en una pequeña capilla de las Hijas de la Caridad, en la Rue du Bac (París), Catalina Labouré tuvo una visión que marcaría para siempre la historia de la devoción mariana.
Por eso, cada 27 de noviembre se celebra en todo el mundo la Fiesta de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. De hecho, la Iglesia fijó oficialmente esta fecha en recuerdo de aquella aparición y del nacimiento de una de las devociones más populares de la historia. Esta fiesta tiene una importancia especial para toda la Familia Vicenciana, ya que Santa Catalina Labouré pertenecía a las Hijas de la Caridad y el padre Aladel, sacerdote paúl, la acompañó en todo el proceso.

De ahí que, en el Santuario de la Rue du Bac, en París, la fiesta es precedida cada año por una novena que comienza el 18 de noviembre. Durante esos nueve días, miles de peregrinos acuden a rezar, confesar, participar de la misa y llevar sus intenciones a los pies de la Virgen. El 27, se celebra una misa solemne, muchas veces presidida por obispos o cardenales, y se bendicen medallas que luego son distribuidas a los fieles.
Pero la fiesta no se limita a Francia. En países de todos los continentes, parroquias, colegios, movimientos marianos y comunidades vicencianas organizan celebraciones especiales. En muchas iglesias se realiza la bendición e imposición de medallas, se reza la novena, se hace una procesión o una jornada de adoración eucarística para agradecer los favores recibidos.
Además, esta fiesta es una oportunidad para recordar el mensaje esencial de María: que el Cielo no está lejos, que la gracia de Dios actúa en la vida cotidiana, y que la Virgen sigue siendo madre, medianera, guía. Que hay gracias esperándonos, pero debemos acercarnos a pedirlas con fe. La medalla, más que un objeto, es un llamado.
En definitiva, la medalla no es un objeto mágico, sino un signo de fe que invita a abrir el corazón a la acción de Dios. Cada 27 de noviembre, ese llamado vuelve a resonar: una invitación a confiar, a rezar, y a reconocer que el amor de una Madre continúa derramando luz sobre el mundo.
FUENTES
- Vincentians.com. (s.f.). Relatos de Santa Catalina Labouré (28 nov. 2019). Archivo Vicenciano digital. Congregación de la Misión. Recuperado de https://vincentians.com/es/
- Catholic.net. (s.f.). Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Portal de formación católica. Recuperado de https://es.catholic.net/
- Asociación de la Medalla Milagrosa Internacional (AMM International). (s.f.). Sitio oficial. Recuperado de https://amminter.org/es/
- Sanctuaire de la Médaille Miraculeuse. (2008). 13 mai – Les Apparitions de la Vierge à Catherine Labouré [PDF]. Sitio oficial del Santuario de la Rue du Bac, gestionado por las Hijas de la Caridad.