Imprimir

Santa Luisa de Marillac: la raíz de una historia que floreció en la Medalla Milagrosa

Etimología: Luisa significa “aquella que es famosa en la guerra”, nombre de origen germánico.

Primeros años

Luisa de Marillac nació en París el 12 de agosto de 1591, en el seno de una familia noble de Auvernia. Era hija natural de Luis I de Marillac (1556-1604), caballero y señor de Ferrières-en-Brie y de Villiers-Adam. No llegó a conocer a su madre, y su padre murió cuando ella tenía trece años. Era nieta de Guillaume de Marillac y sobrina de Michel de Marillac, futuro canciller de Francia, quien fue su tutor y padrino.

Durante su niñez, su padre la confió al cuidado de los religiosos del monasterio real de Poissy, cerca de París, donde recibió una sólida educación. Más tarde completó su formación bajo la guía de su padre, antes de quedar completamente huérfana.

Huérfana a los 14 años, Luisa sintió un fuerte deseo de hacerse religiosa, pero su delicada salud le impidió ingresar en la vida conventual. Un sacerdote le aconsejó con sabiduría: “Probablemente, Nuestro Señor te ha destinado a formar un hogar”.

Matrimonio y vida familiar

Siguiendo la costumbre de la época, su familia la encaminó hacia el matrimonio. Se casó con Antonio Le Gras, secretario de la reina madre. Su inclinación natural era la vida religiosa, pero aceptó la voluntad de Dios en el matrimonio, cumpliendo ejemplarmente su papel de esposa y madre. Los testimonios de su proceso de beatificación la describen como “un dechado de esposa cristiana”.

Tuvo un único hijo, a quien amó con ternura. San Vicente de Paúl, que la conoció de cerca, llegó a escribirle:

“Jamás he visto una madre tan madre como usted”.

“Nuestro Señor nos ama con un afecto muchísimo más grande que el que usted tiene a su hijo, y eso que no he visto en ninguna otra madre un amor tan grande como el suyo”.1

Comienzo espiritual

En 1619 conoció a San Francisco de Sales, quien pasó varios meses en París. Este encuentro marcó profundamente su vida interior.

En 1623, durante la fiesta de Pentecostés, mientras oraba en la iglesia de San Nicolás de los Campos, tuvo una experiencia mística que le dio gran luz y consuelo espiritual. Escribió entonces:

“Durante la Santa Misa, mi mente fue completamente liberada de toda duda. Comprendí que debía permanecer con mi marido, y que llegaría un tiempo en que estaría en posición de hacer votos de pobreza, castidad y obediencia en una pequeña comunidad donde otras harían lo mismo”.2

Tuvo además la visión de un nuevo director espiritual, que llegaría a su vida poco después, gracia que atribuyó a la intercesión de San Francisco de Sales.

Quedó viuda a los 34 años, tras la muerte del señor Le Gras, a quien acompañó con ternura hasta el final. Libre ya para consagrarse totalmente a Dios, escribió sus propias “Reglas de Vida en el Mundo” y decidió entregarse al servicio de los pobres.

En 1625, tomó por director espiritual a San Vicente de Paúl. Desde entonces, su vida cambió profundamente. Durante los años siguientes, mantuvieron una estrecha colaboración y una abundante correspondencia, que sería la base de la futura Compañía de las Hijas de la Caridad.

Fundación de las Hijas de la Caridad

En la Francia del siglo XVII, el cuidado de los pobres estaba completamente desorganizado. Las “Damas de la Caridad”, fundadas por Vicente de Paúl, ayudaban económicamente, pero no podían dedicarse de lleno al servicio de los necesitados.

Luisa percibió la necesidad de formar a mujeres del pueblo que quisieran consagrarse al servicio de los pobres. En 1633, reunió en su casa a un pequeño grupo de jóvenes humildes, a quienes enseñó a cuidar enfermos, asistir a los pobres y llevar una vida de oración y servicio. Así nació la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, fundada oficialmente el 29 de noviembre de 1633.

Ella misma redactó una primera regla de vida para las Hermanas, que más tarde sería la base de su observancia religiosa. En 1634, junto con sus compañeras, pronunció los primeros votos en la fiesta de la Anunciación, fecha que las Hijas de la Caridad siguen renovando cada año.

Expansión y obras

Luisa organizó y dirigió personalmente las comunidades nacientes, visitando obras y escribiendo cartas llenas de sabiduría espiritual. Bajo su impulso, las Hermanas comenzaron a trabajar en hospitales, orfanatos, asilos, prisiones y escuelas.

En el Hôtel-Dieu de París, el hospital más antiguo de la ciudad, implantó un modelo de atención integral. Más tarde, viajó a Angers para organizar el hospital local junto a tres Hermanas, logrando una colaboración ejemplar entre médicos, enfermeras y voluntarios.

En poco tiempo, las Hijas de la Caridad se extendieron por treinta ciudades de Francia y Polonia, incluyendo París, Angers, Richelieu, Saint-Denis, Metz y Narbona.

En 1655, la Congregación fue canónicamente erigida, y San Vicente les dijo:

“De hoy en adelante llevaréis el nombre de Hijas de la Caridad. Conservad este título, que es el más hermoso que podéis tener”.

Últimos años y muerte

A pesar de su salud frágil, Luisa trabajó incansablemente hasta el final de sus días. San Vicente decía de ella:

“La hermana Luisa, por su debilidad y agotamiento, debería haber muerto hace diez años. Pero trabaja y trabaja sin dejarse vencer por el cansancio”.

Murió en París, el 15 de marzo de 1660, a los 68 años. Vicente, también enfermo, no pudo asistirla, pero le envió este mensaje:

“Usted va delante; pronto la volveré a ver en el cielo”.3

Seis meses después, él también partió al encuentro de Dios.

Fue beatificada el 9 de mayo de 1920 por el papa Benedicto XV y canonizada en 1934 por Pío XI. En 1960, el papa Juan XXIII la proclamó patrona de los trabajadores sociales y cuidadores.

Sus reliquias reposan en el altar mayor de la Capilla de la Casa Madre de las Hijas de la Caridad, en el 140 de la Rue du Bac, París, la misma capilla donde la Virgen se apareció a Santa Catalina Labouré.

Su fiesta litúrgica se celebra el 15 de marzo.

Años después de su muerte, la semilla que Santa Luisa había plantado dio un fruto extraordinario. En la misma Casa Madre de las Hijas de la Caridad, en la Rue du Bac de París, la Virgen María se apareció a una joven hermana de su congregación: Santa Catalina Labouré. De esas apariciones nacería la Medalla Milagrosa, signo de protección y amor maternal que se extendió por todo el mundo. Así, la obra de Luisa de Marillac, fundada en la humildad y el servicio, se convirtió también en el terreno donde la Virgen quiso dejar uno de sus mensajes más universales.

Oración a Santa Luisa de Marillac


¡Oh gloriosa santa Luisa de Marillac!
esposa fiel, madre modelo.
formadora de catequistas,
maestras y enfermeras,
ven en nuestra ayuda y alcanza del Señor:
socorro a los pobres,
alivio a los enfermos,
protección a los desamparados,
caridad a los ricos,
conversión a los pecadores,
vitalidad a nuestra Iglesia,
y paz a nuestro pueblo.
Cuida nuestro hogar y cuanto hay en él.
Amén4

FUENTES


  1. Artículo San Luisa de Marillac, publicado en la categoria Catolicismo y en la subcategoria Santos de la página Red Católica Mundial / EWTN. Sitio Web: https://www.ewtn.com/es ↩︎
  2. Artículo Luisa de Marillac (6 may. 2025), publicado en la página de Wikipedia. Sitio Web: https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada ↩︎
  3. Artículo Santa Luisa de Marillac (1591-1660), publicado en la página Aciprensa. Sitio Web: https://www.aciprensa.com/ ↩︎
  4. Artículo Luisa de Marillac, Santa: Patrona de la Asistencia Social, 15 de marzo, publicado en la categoria Santoral en la página Catholic.net. Sitio Web: https://es.catholic.net/ ↩︎

5. Artículo Santa Luisa de Marillac, breve biografía (8 may. 2023), escrito por Benito Martínez y publicado en la página FAMVIN. Sitio Web: https://famvin.org/es/

6. Artículo S. Luisa de Marillac, confundadora de las Hijas de la Caridad (9 may.), publicado en la página Vatican News. Sitio Web: https://www.vaticannews.va/es.html

7. Artículo Fundadores / Hijas de la Caridad, publicado en la categoria Quiénes Somos de la página Hijas de la Caridad España Este. Sitio Web: https://www.hijascaridadee.org/es

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tabla de contenidos