El significado del agua en Lourdes: la fuente que nace del corazón del hombre
Dentro del mensaje de Lourdes, uno de los gestos más profundos se encuentra en el momento en que la Virgen le pide a Bernadette que vaya a lavarse a la fuente. En aquel entonces no existía fuente alguna. La joven, obedeciendo la indicación de la Señora, se dirige al fondo de la gruta y comienza a escarbar en el suelo con sus propias manos. Al principio brota un poco de agua turbia, mezclada con barro, pero poco a poco se aclara hasta volverse limpia y cristalina. Desde entonces, esa fuente no ha dejado de manar.

Este gesto encierra un profundo significado espiritual: la gruta representa el corazón del hombre, y el agua fangosa simboliza la miseria y el pecado que habitan en él. Cuando el agua se vuelve clara, muestra la acción liberadora de Dios, que purifica el alma con su amor. En el fondo del corazón humano, incluso en medio de la oscuridad, brota la vida misma de Dios, representada por la fuente. Es el milagro del bautismo, el signo del nuevo nacimiento que engendra la vida divina. Así como el agua limpia el cuerpo, la gracia de Dios purifica el corazón y renueva al ser humano desde dentro.
Aunque la Virgen no pronunció la palabra “milagro”, este tema forma parte esencial del mensaje profético de Lourdes. Con el tiempo, “Lourdes” se ha convertido en sinónimo de “milagros”, y sin embargo, el verdadero sentido de estos no reside solo en lo visible o extraordinario, sino en su dimensión espiritual. El milagro es una señal del amor gratuito de Dios, un don que se recibe con fe y humildad. Durante años, el énfasis en los milagros llegó a ser tan grande que a veces se relegaba lo esencial de la fe, pero poco a poco el milagro ha vuelto a ocupar su verdadero lugar: no como un fin, sino como signo del poder de Dios que sigue vivo y actuante, salvando al ser humano por entero. Cada milagro en Lourdes es el testimonio visible de la gracia, un recordatorio de que el Señor continúa obrando y transformando vidas.
El lugar de los milagros puede resultar desconcertante para algunos, pues el sufrimiento y la enfermedad parecen dominar la escena. Sin embargo, los enfermos que acuden a Lourdes con fe se convierten en testigos de esperanza. Su presencia interpela el corazón de cada peregrino y lo lleva a preguntarse por el sentido de su propia vida y de su salud. Ellos nos enseñan que, incluso en medio del dolor, la vida tiene un sentido profundo cuando se vive unida al amor de Dios.
En Lourdes, el agua que brota de la roca sigue fluyendo como símbolo del amor inagotable de Dios. Es un llamado a dejar que Él purifique las aguas turbias del corazón, a permitir que su gracia lave nuestras miserias y renueve nuestra vida desde dentro. En la sencillez de una fuente que mana sin cesar, se revela el milagro más grande: el de un Dios que sigue haciendo nuevas todas las cosas, comenzando por el corazón del hombre.
FUENTES
- «Contexto y Significado del mensaje de Lourdes» publicado por el Santuario Parroquial Nuestra Señora de Lourdes. Sitio Web: https://www.santuariolourdeschile.cl/index.html
- Sección “Las apariciones” del sitio Sactuaire Notre Dame de Lourdes. Sitio Web: https://www.lourdes-france.com/es/
- Sección “El mensaje de Lourdes” y “Las Confesiones” del sitio Sanctuaire Notre Dame de Lourdes. Sitio Web: https://www.lourdes-france.com/es/
- Libro “LOURDES, relato autentico de las apariciones” por René Laurentin (pág. 282 – 285).