Redacción Marta Garay.
En Éfeso Turquia,se encuentra la casa Santa, un lugar apacible, de paz y de gracia, donde se respira la espiritualidad de aquellos días de cuando ahí transcurría la vida de María.
Donde el tiempo parece haberse detenido y contrasta con el paisaje de los miles de peregrinos que allí se concentran todos los días.
La visita imperdible, además de la capilla, es la fuente de agua bendita y el muro donde los visitantes pueden anudar sus mensajes. Allí convergen en fe y amor tanto católicos como musulmanes y demás peregrinos.
Durante mucho tiempo la casa de María permaneció perdida y sepultada.
En el siglo XIX la visión determinante y exacta de una monja, Ana Catalina Emmerich, hicieron que se sepa del lugar.
Después de investigaciones rigurosas se logra la veracidad de los hechos.
Durante las excavaciones el método carbono 14 propició el hallazgo de la estructura que data del siglo I DC.
La casa fue desenterrada en 1891.
En 1951 fue proclamada lugar Santo y de peregrinación por el Papa Pío XII y confirmado por Juan XXIII
La casa contó con la visita de Pablo VI en 1967, Juan Pablo II en 1979 y en 2006 por Benedicto XVI.
Un dato, para los que deseen conocer y estén cerca ,existe una réplica exacta de la casa santa, en San Isidro Buenos Aires Argentina.
Sorpréndete más con esta historia, sobretodo los milagros ocurridos y como se llegó a su descubrimiento.
En Efeso, la casa de la Virgen María
La casa de la Virgen María en Efeso
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