Por: Rafaela Randello

Tal como la Virgen de Fátima lo había anticipado, ambos pastorcitos cayeron enfermos a finales de 1918, víctimas de la pandemia de gripe española.

Francisco Marto, tras varios meses de sufrimiento debido a complicaciones que evolucionaron en una neumonía, falleció en su hogar el 4 de abril de 1919. Según relata su prima, la hermana Lucía, durante su enfermedad se destacó por una actitud contemplativa y un constante deseo de consolar a Jesús.

Por su parte, Jacinta Marto también fue gravemente afectada por la gripe. A pesar de los cuidados recibidos, su salud se deterioró rápidamente. Fue trasladada a Lisboa para recibir tratamiento, donde fue sometida a varias intervenciones quirúrgicas que no tuvieron exito. Finalmente, murió el 20 de febrero de 1920, en un hospital de la capital portuguesa, apenas tres años después de las apariciones. 

Durante el transcurso de su enfermedad, ofreció todos sus sufrimientos por la conversión de los pecadores, mostrando una profunda espiritualidad pese a tratarse de una niña de tan solo nueve años.

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