Redacción Marta Garay

En el pasaje Bíblico Juan 19,25-27 se describe la escena final de la crucifixión de Jesús y éste con su ultimo aliento le encomienda a Juan el cuidado de su madre diciendole “ Ahí tienes a tu madre” y dirigiéndose a María le dice “ mujer ahí tiene a tu hijo” y en ésa aseveración Jesús nos invita a tomar como madre a María. Y en ésta contextualización es que entendemos las palabras de Guadalupe a Juan Diego, cuando éste, afligido por su tío enfermo, decide desviarse del camino para no encontrar a María.

– ¿Qué pasa, el más pequeño de mis hijos? ¿A dónde vas, a dónde te diriges

-Escucha, ponlo en tu corazón, hijo mío el menor, que no es nada lo que te espantó, lo que te afligió, que no se perturbe tu rostro, tu corazón; no temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad, ni cosa punzante, aflictiva. ¿No estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿Y no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? Que ninguna otra cosa te aflija, te perturbe; que no te apriete con pena la enfermedad de tu tío, porque de ella no morirá por ahora. Ten por cierto que ya está bueno.

Y al escuchar esto Juan Diego, con tranquilidad, confianza y su fe en ella, se fue a hacer el encargo que le dio la Virgen, recordemos que la Virgen le había pedido que vaya junto al Obispo para que se construya una capilla.

Seamos todos algo como Juan Diego y adoptemos a María como nuestra madre, pongamos nuestra fe en ella con la certeza de llegar a Cristo por su intermedio. Felices Pascuas!!!

¿Qué le dijo la Virgen de Guadalupe a Juan Diego?

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